El 16 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono, recordando que en 1987, el mundo se congregó para firmar el Protocolo de Montreal, un acuerdo mundial para preservar la capa de ozono de nuestro planeta Tierra.
En el acuerdo se propuso eliminar un conjunto de productos químicos, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), que estaban generando el agujero de ozono que está sobre la Antártida. Tenía en ese momento el tamaño de un continente
Gracias al Protocolo de Montreal la Capa de Ozono se ha ido recuperando para seguir protegiéndonos de la radiación ultravioleta. Sin embargo la situación sigue bajo presión, y no hay que descuidar los recaudos para protegerla.
Meg Seki, Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, asegura que “en la actualidad, se han eliminado más del 99% de las sustancias que agotan el ozono y se ha evidenciado que se recupera poco a poco”.
“Debido a la variabilidad anual, el tamaño del agujero se incrementa o se reduce dependiendo de la temperatura en la estratosfera. Por lo tanto, no podemos predecirlo de manera adecuada con antelación; sin embargo, sí hay una tendencia gradual y firme hacia la recuperación”.
Los científicos estiman que el agujero en la capa de ozono ya no existirá para la década de 2060. Sin embargo Seki advierte sobre la presencia de gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso, y otros contaminantes en la estratosfera que también afectan a la capa de ozono y no fueron incluidos en el Protocolo de Montreal.
La funcionaria resalta que entre los desafíos que quedan se debe hacer cumplir la enmienda de Kigali para eliminar el uso de los hidrofluorocarbonos (HFC) y examinar las mejoras de la eficiencia energética, especialmente en el sector de la refrigeración y climatización. También se debe dar solución a la destrucción ambientalmente racional de bancos de sustancias que agotan el ozono (SAO) contenidas en electrodomésticos, máquinas y sistemas de refrigeración al final de su vida útil.
Proteger la capa de ozono significa proteger toda la vida en nuestro planeta Tierra: los ecosistemas, la salud humana, la agricultura, la flora y fauna silvestres. Todo tipo de vida. Sin la capa de ozono, habría penetrado demasiada radiación ultravioleta tipo B perjudicial a la superficie de la Tierra. Habría sido una noticia fatal. El incremento de la exposición a la radiación UV puede causar cáncer de piel y cataratas oculares, así como perjudicar cultivos, plantas y microorganismos, deteriorando los ecosistemas y las cadenas alimentarias. *
Personas, empresas y organizaciones pueden contribuir en el cuidado de la Capa de Ozono eliminando el uso de contaminantes y reduciendo la emisión de Gases de Efecti Invernaderi (GEI). Geólogos Asociados, desde el área de Medioambiente realiza estudios y monitoreos de impacto ambiental conforme a la normativa vigente, además de elaboración de planes de prevención, mitigación, rehabilitación o recomposición del medio en relación a los impactos ambientales identificados. También se hacen trabajos vinculados a Huella Ambiental, los servicios relacionados a este tema se encuadran dentro de los lineamientos del “Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático”.
*Fuente: ONU