El Día Internacional del Aire Puro, se celebra el tercer jueves de noviembre, y este año cae el jueves 21. Fue instituido en 1977 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tomar conciencia sobre las afecciones que generan el monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno y el material particulado.

Es importante crear conciencia sobre el deterioro en la calidad del aire que respiramos, así como el impacto que esto tiene sobre la salud de los seres vivos y los ecosistemas.

El aire se considera puro cuando está compuesto por un 79% de nitrógeno y un 21% de oxígeno, y está en constante circulación. Si el aire se estanca, puede contaminarse y convertirse en aire viciado, que es dañino para los pulmones.

Desde Geólogos Asociados se hacen mediciones de Huella Ambiental, Huella de Carbono,  Monitoreos de Calidad de Aire y Estudios de Línea de Base Ambiental. También se hacen estudios de impactos acumulativos en los recursos naturales de una determinada área e investigaciones sobre contaminantes.

Los principales gases que contaminan la atmósfera son: ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno y el material particulado PM 10 PM 2,5. Estos contaminantes son emitidos a la atmósfera por la quema de los combustibles fósiles, procesos industriales e incendios forestales, entre otros.

La exposición al material particulado PM 2,5 provoca tanto en el aire exterior como interior alrededor de  7 millones de muertes prematuras. La contaminación del aire doméstico esta originada por la cocción de alimentos y calefacción con combustibles y tecnologías contaminantes. La mejor forma de obtener aire puro en los interiores de las viviendas es con ventilación mecánica.

La contaminación del aire es la causa de muchas enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, anomalías congénitas y trastornos del desarrollo neurocognitivo entre otras.  Asimismo, modifica los patrones climáticos, aumenta el derretimiento de los glaciares, el calentamiento global y afecta la seguridad alimentaria.

Fuente: Sociedad Argentina de Pediatría